4 cosas que quizás no sabías sobre la cosmética natural
La cosmética natural cada vez tiene más adeptas, gracias a la necesidad
de productos alternativos a los cosméticos convencionales que incluyen
sustancias químicas que pueden provocar alergias, irritaciones o daños
para la salud a largo plazo, además de contribuir a contaminar el medio
ambiente.
¿Conoces los verdaderos beneficios de la cosmética natural? ¿Sabrías
distinguir a la primera un cosmético natural de uno convencional? Te
dejamos con 4 puntos clave que te sacarán de dudas:
1. Un cosmético que sólo incluye un pequeño porcentaje de ingredientes naturales en su composición no es natural
Según la mayoría de entidades certificadoras de cosmética ecológica,
para que un cosmético sea considerado natural debe estar compuesto al
menos en más de un 95% por ciento por ingredientes orgánicos. También es
muy importante que no incluya sustancias “prohibidas” que a la larga
pueden resultar dañinas y tóxicas, como derivados petroquímicos
(paraffinum liquidum, mineral oil, PEG’s, parabenos), perfumes
artificiales (parfum) o sulfatos (sodium lauryl sufalte). Lo más
importante es que mires la etiqueta y te fijes en el listado de
ingredientes, especialmente los que se nombran al principio, ya que
aparecen en orden de mayor a menor cantidad: es la mejor garantía para
saber si un cosmético es natural. Y si además el producto incluye un
aval ecológico (Ecocert, Cosmebio, BDIH, etc.), mayor tranquilidad.
2. Los cosméticos naturales no presentan ni colores llamativos ni olores artificiales
Desconfía de aquellos productos que se venden como orgánicos con colores
naturalmente imposibles (fucsia, azul, amarillo) y con “esencias de
frutas”, que son en realidad perfumes artificiales que imitan estos
olores. Los perfumes siempre deben provenir de aceites esenciales
(suelen indicarlo en el etiquetado), ya que la composición de un perfume
puede incluir una serie de sustancias potencialmente dañinas para la
salud, como los ftalatos, algo que no se indica en el listado de
ingredientes, ya que sólo aparece la palabra "parfum". En el caso de los
colorantes, los cosméticos naturales acostumbran a no incluirlos, y si
los llevan deberían ser siempre de origen natural.
3. La cosmética natural es eficaz
Muchas de las cremas que se venden hoy en día con prometedores
principios activos contienen en realidad sustancias artificiales que
provocan efectos temporales en la piel, sin aportarle la hidratación y
nutrición duraderas que necesita para estar sana. La cosmética natural
incluye muchos ingredientes naturales con propiedades extraordinarias
afines al manto hidrolipídico tu piel, además de proporcionarle
resultados eficaces y duraderos: aceites vegetales hidratantes y
nutritivos ricos en ácidos grasos esenciales y vitaminas que previenen y
atenúan el envejecimiento, extractos de plantas medicinales, aceites
esenciales con propiedades calmantes, antisépticas, regeneradoras,
antiedad, etc. La clave para una piel sana y bonita está en no
agredirla, hidratarla y nutrirla al máximo, y en este sentido la
naturaleza nos ofrece muchos ingredientes para cuidarla de forma
natural.
4. La cosmética natural es respetuosa con tu piel y con el medio ambiente
Un verdadero cosmético natural debería fundamentarse en ello, es su
razón de ser: por este motivo excluye todas aquellas sustancias químicas
nocivas para tu salud, la de tu piel y el medio ambiente, además de
envases contaminantes, como alternativa a los cosméticos industriales.
Estos últimos incluyen un parte importante de ingredientes artificiales
(en su mayoría petroquímicos), abaratando de este modo los costes de
producción. No olvides que la piel es el órgano más extenso del cuerpo y
las sustancias que absorbe llegan al torrente sanguíneo. Parte de esta
filosofía también incluye el no testar en animales y garantizar que la
producción de los ingredientes se dé en condiciones de comercio justo.
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