INTRODUCCIÓN A LA IONTOFORESIS
La iontoforesis requiere de nuevos planteamientos e investigaciones que conduzcan al adecuado perfeccionamiento de su práctica y de su dosificación. En la actualidad, se realiza demasiado empíricamente y sin los debidos conocimientos de:
- parámetros eléctricos,
- del comportamiento orgánico,
- de las características electroquímicas de los medicamentos,
- de la cantidad de medicamento introducido,
- etcétera.
La corriente galvánica
(corriente continua para los electrónicos) usada en fisioterapia la medimos por
los mA aplicados al paciente (mA en la unidad de tiempo, que por supuesto es el
segundo). El uso de mA por minuto no procede.
Habitualmente, la galvánica se dosifica regulando los miliamperios (mA) aplicados al paciente (sistema insuficiente). Al menos debemos ajustar la intensidad por unidad de superficie de la piel o del electrodo (ya que son coincidentes). Se da como bueno el valor de 0,1 mA por cada cm2 (mA/cm2) de la piel o del electrodo pequeño. Pero todavía no se tiene en cuenta el tiempo de sesión.
El circuito eléctrico entre la máquina y el paciente ofrece una resistencia específica en cada caso, zona tratada y momento. Por lo que, aunque la intensidad medida en mA sea un valor, los otros parámetros eléctricos son diferentes. ¿Cómo influye esto en la dosificación?.
No es lo mismo aplicar 6 mA con 20 voltios que 6 mA con 14 voltios. 6 mA con 20 V significa que la resistencia del circuito es de 3333.3 Ohm y 6 mA con 14 V se encuentra con una resistencia de 2333.3 Ohm.
Por otra parte, la resistencia del paciente va cambiando durante la sesión provocando modificaciones en los parámetros eléctricos. Si trabajamos en C.C., el voltaje se está modificando.
Para evitar las quemaduras con la galvánica se recomienda no superar 0,1 mA por cada cm2 (otros autores indican valores diferentes). Pero si pensamos en la técnica de iontoforesis, es posible que sea requerido un valor de miliamperios diferente al recomendado, pero para evitar el riesgo de quemadura no podemos superarlo.
La corriente galvánica posee "per sé" efectos terapéuticos propios de cada polaridad de electrodos y el medicamento aplicado posee otros efectos terapéuticos. ¿Cuáles prevalecerán? ¿Se sumarán? ¿Se anularán?.
Si aplicamos durante un tiempo de sesión (digamos 15 minutos) un medicamento en iontoforesis (en caso de haber penetrado), ¿Cuántos miligramos de radical medicamentoso hemos introducido?
Si el medicamento posee o está compuesto
por diversos principios químicos, ¿Cuál o cuáles están introduciéndose en el
organismo?.
¿Se comportan igual los iones que son solubles en agua, que los solubles en grasas o que los solubles en alcohol?.
¿Se comportan igual los iones que son solubles en agua, que los solubles en grasas o que los solubles en alcohol?.
Es frecuente empapar previamente las gasas destinadas a la iontoforesis con suero fisiológico y cabe preguntarse: ¿sobre qué actuamos electro químicamente, sobre el cloruro sódico o sobre el medicamento?.
Para disociar unos radicales de otros en las electro uniones moleculares se requiere determinado potencial eléctrico (voltaje), sin embargo no conocemos el voltaje alcanzado (a no ser que el equipo se diseñe para tal función). Así mismo, necesitamos conocer el comportamiento electroquímico de la molécula o complejo molecular empleado, el peso molecular del radical que nos interesa, si la parte introducida es útil en cuanto a sus efectos terapéuticos, como puede interaccionar en el interior orgánico.
¿Cuánto tiempo debe durar una sesión para conseguir introducir X mg del radical medicamentoso pretendido?
Son demasiadas preguntas que no tienen todavía respuesta, aunque experimentalmente se ha demostrado que la técnica funciona con determinados compuestos (normalmente de moléculas simples), pero nos hallamos ante una investigación no concluida ni adaptada a los nuevos compuestos medicamentosos mucho más complejos que los habituales de principios de siglo.
LISTA DE COMPUESTOS PARA IONTOFORESIS
COMPUESTO
|
DISOLUC.
|
POLAR.
|
EFECTO
|
Adrenalina
|
2 ‰
|
+
|
Vasoconstrictor
|
Alfaquimiotripsina
|
1 ‰
|
+
|
Antiedematoso
Antiinflamatorio |
Anestésicos locales
(cocaína, nuperalina, novocaína)
|
1 % en solución alcohólica
|
+
|
Anestésico local
|
Ácido acético
|
2 %
|
-
|
Desectructurante de
calcificaciones
|
Biclorohidrato de
histamina
|
0,2 ‰
|
+
|
Resolutivo
Vasodilatador |
Corbaína
|
5 %
|
+
|
Anestésico local
|
Cloruro cálcico
|
1 %
|
+
|
Sedante
|
Cloruro de litio
|
2 %
|
+
|
Antigotoso
|
Cloruro potásico
|
1 %
|
-
|
Antiinflamatorio
Laxante salino Vasodilatador |
Cloruro sódico
|
2 %
|
-
|
Fibrolítico
|
Cloruro o sulfato de
zinc
|
1 %
|
+
|
Antiséptico
|
Citrato potásico
|
1 %
|
+
|
Antiinflamatorio
|
Corticoides:
Iones de hidrocortisona Socianato de predmisolona |
1
%
1
%
|
+
-
|
Antiinflamatorio
|
Estracto de tiroides
|
2 ‰
|
(-) o anfótero
|
Resolutivo
|
(flaxedil) Trietoyuduro
de gallamina
|
4 %
|
-
|
Miorrelajante
|
Fosfato de epinefrina
|
1 %
|
+
|
Vasoconstrictor
|
Hyaluronidasa
|
Solución de 150 unidades
|
+
|
Resolutivo
|
Ioduro potásico
|
1 %
|
-
|
Vasodilatador
Antiartrítico Fibrolítico |
Lidocaína
|
5 %
|
+
|
Anestésico local
|
Nitrato de acotina
|
0,25 ‰
|
+
|
Antiálgico
|
Nitrato de plata
|
3 %
|
+
|
Antiinflamatorio
|
Procaína
|
1 %
|
+
|
Anestésico local
|
Salicilato sódico
|
1 %
|
-
|
Desconsgestio-nante
Analgésico |
Sulfato de cobre
|
2 ‰
|
+
|
Antiséptico
Fungicida |
Sulfato o cloruro
magnésico
|
25 %
|
+
|
Miorrelajante
Cicatricial |
Thyomucase
|
En disolución
|
-
|
Desectructurante
|
DOSIFICACIÓN EN IONTOFORESIS
Para dosificar en iontoforesis deberemos
pensar más en el medicamento que en la corriente aplicada, aunque la corriente
conlleva riesgo y requiere simultáneamente de su propia dosificación.
Dosis de la galvánica
La corriente usada clásicamente para la
iontoforesis ha sido la galvánica (corriente continua para los electrónicos).
Esta corriente posee efectos electrolíticos en el organismo, de forma que si
estos efectos son muy intensos, se altera los equilibrios iónicos hasta tal
punto que genera quemaduras.
Se considera que si aplicamos una media de
0,1 mA por cada centímetro cuadrado de la piel (o del electrodo pequeño), se
evita la quemadura, pero: ¿durante cuánto tiempo?.
Si la aplicamos durante 15 minutos, por
experiencia, sabemos que no se producen lesiones.
Si la aplicamos durante 2 horas, ¿Qué
ocurrirá?. Como normalmente no es ésta una situación práctica, no lo sabemos
salvo que se realice a modo de experimento. ¿Y si quemamos en los
experimentos?
En la práctica cotidiana no consideramos
el tiempo de la sesión, CRASO ERROR. Si trabajamos con unos tiempos empíricos con
los que sabemos que el daño no se genera, no nos queda resuelta la duda sobre
posibles sesiones muy prolongadas al pensar en la dosis del medicamento.
Dosis del medicamento
Si pretendemos introducir un radical
medicamentoso en el organismo, necesitamos conocer sus propiedades
electroquímicas para aplicar alguna fórmula que nos indique o calcule (lo más
aproximadamente posible) la cantidad de iones introducidos.
Esta fórmula es la Ley de Faraday. Esta Ley nos
dice que los miligramos de una sustancia transportada por la corriente
galvánica dependen de:
siendo:
mg = miligramos
pm = peso molecular
mA = miliamperios
v = valencia del ion o molécula
96500 = constante de Faraday
t = tiempo en segundos
Se requiere conocer la valencia de la
molécula y el peso molecular o equivalente electroquímico.
Supongamos una sesión de iontoforesis
donde pretendamos introducir 3 mg de sodio procedentes de una disolución de
cloruro sódico. La corriente galvánica debe limitarse a un paso de 6 mA por el
electrodo pequeño de 60 cm2.
El sodio posee un peso molecular de 23,00
y valencia de 1. ¿Cuánto tiempo durará la sesión?
(3 mg · 1 v · 96500) / (23 pm · 6 mA) =
2097 segundos = 34,9 minutos.
Y si fuesen 3 mg de calcio cuyo peso
molecular es de 40,10 y valencia de 2.
(3 mg · 2 v · 96500) / (40,10 pm · 6 mA) =
2406 segundos = 40,1 minutos.
Si condicionamos el tiempo al medicamento
según la Ley de
Faraday, cabe preguntarse si la zona o la piel soportarán la sesión sin
agresión electroquímica.
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA DE IONTOFORESIS
- Se dispondrá de un estimulador de baja frecuencia o de un galvanizador en corriente constante (C.C.) con una intensidad máxima de 15 a 25 mA.
- Dos electrodos estándar de goma conductora (uno grande y otro pequeño) con sus correspondientes gamuzas.
- Bandas elásticas para fijar los electrodos a la zona.
- Gasas estériles.
- Disolución del compuesto para aplicar (diluido de acuerdo a lo indicado en cada caso).
- Agua desmineralizada y libre de otros iones (desionizada) para rebajar las disoluciones de los compuestos.
- Botella de suero fisiológico (para empapar el electrodo indiferente).
- Alcohol y algodón para limpiar la zona del electrodo pequeño (mejor limpiar las zonas de ambos).
Metodología
- Con un trozo de algodón empapado en alcohol se limpia bien la zona a tratar, donde se colocará el electrodo pequeño o activo. Se deja secar y evaporar el alcohol.
- Se toman todas las gasas estériles del paquete (secas y sin haberlas mojado en líquido alguno) y se las empapa con la solución del medicamento (bien empapadas, pero no tanto como para que desprendan gotas sin exprimirlas).
- Se sitúan sobre la zona tratada, se mide la superficie que cubren y se posiciona sobre las gasas el electrodo pequeño (con o sin su gamuza). Fijarse bien en la polaridad que tendrá el electrodo de acuerdo al medicamento.
- Al otro electrodo, bastante mayor, se le empapa su gamuza en suero fisiológico. Se busca una buena posición donde situarlo, lo más enfrentado y próximo al activo. Cuidar que la parte de gamuza entre electrodo y paciente sea lo más abundante y gruesa posible.
- Se fijan ambos electrodos (normalmente en aplicaciones contralaterales) con una o más bandas elásticas cuidando evitar los salientes óseos, los dobleces, las oquedades en el electrodo, las presiones excesivas, en fin, evitar todo aquello que impida un correcto y homogéneo contacto de los electrodos.
- Encender el equipo y con la intensidad a 0 mA, conectar los cables del equipo con ambos electrodos cuidando que se cumpla la polaridad deseada (circunstancia fundamental); (+ rojo) sobre los compuestos (+) y (- negro) sobre los (-).
- Elevar la intensidad hasta la densidad de energía de 0,1 mA/cm2, es decir, que la indicada por el galvanizador sea el producto de la superficie de las gasas por 0,1.
- Ajustar el tiempo hasta que se considere que se introducirá la cantidad de medicamento pretendido aplicando la Ley de Faraday
- Observar y conversar con el paciente sobre lo que siente y si manifiesta molestias. Si el paciente comenta que no siente nada y pide más intensidad, no elevarla. Si el paciente manifiesta quemazón a punta de dedo, retirar el electrodo y revisar la aplicación (puede existir alguna escarificación de la piel que terminará en quemadura).
- Observar la reacción del organismo y de la piel al retirar la sesión. Según lo observado, tendremos que disminuir la dosis o el tiempo, o quizá, aumentarlos.
Observaciones
Las primeras sesiones deben ser de tanteo. Se
cuidará de que la dosis no supere el valor de 0,1 mA/cm2; si todo va
bien, es posible que podamos elevarla hasta 0,2 mA/cm2. El tiempo de
la sesión se iniciará con 5 minutos el primer día, 10 minutos el segundo, 15 ó
20 minutos el tercero y se intentará aproximarse al tiempo teórico que nos
indica la Ley de
Faraday
EVOLUCIÓN DE LA IMPEDANCIA CORPORAL
CON GALVÁNICA
- Galvanizador con límite máximo de 15 mA trabajando en intensidad constante (C.C.).
- Electrodos de estimulación estándar con goma conductora y gamuzas empapadas en agua del grifo.
- Dos polímetros electrónicos, uno midiendo intensidad y otro voltaje.
- Un reloj de sobremesa con dígitos para controlar el tiempo en ciclos periódicos de un minuto.
Experimento
En la fotografía superior, ya se aprecia que el voltaje es de 24,7 V. Transcurrido un pequeño espacio de tiempo para que salte el minutero y conseguir la siguiente fotografía, el polímetro ya mide 23,5 V, la intensidad 6,02 mA y el reloj indica las 20:25.
Transcurre un minuto (20:26) y se hace otra fotografía en la que se obtienen los valores de 21,7 V a 6,01 mA y el proceso de disminución en el voltaje continúa.
Conclusiones
Como vemos, la intensidad se mantiene, aunque con muy pequeñas oscilaciones propias de los intentos electrónicos del equipo por mantener constante el parámetro de intensidad.
El voltaje está evolucionando constantemente hacia valores menores, de forma que en un minuto baja desde 23,5 a 21,7 voltios.
Esto significa que la resistencia o impedancia que ofrece el organismo al paso de la corriente galvánica (o continua para los electrónicos) está cambiando constantemente a la baja, veamos:
24,7 V / 0,006 A = 4116 Ohms.
23,5 V / 0,006 A = 3916 Ohms
21,7 V / 0,006 A = 3616 OHms
Ello implica que la energía
aplicada al organismo va disminuyendo puesto que baja la potencia y el trabajo
generado.
¿Cómo influye la bajada de voltaje en los procesos iontoforéticos?.
¿Interesa diseñar los equipos para que compensen dicho fenómeno si es posible?.
Evolución de la impedancia en una aplicación
Se practica una aplicación real sobre la línea articular de la rodilla (contralateral). Se ajusta el paso de corriente (intensidad) a 5 mA por corresponder como dosis buena para el electrodo pequeño. Se toman las medidas de voltaje durante los 14 minutos que dura la aplicación (en períodos de 1 minuto), obteniendo los siguientes resultados:
Dado que el equipo galvanizador trabaja en corriente constante (C.C.), al disminuir el voltaje disminuye en la misma proporción la resistencia.
Otras pruebas realizadas sobre una cubeta con agua del grifo, añadiendo una cucharada de sal común y desplazando los electrodos a lo largo de la cubeta, se aprecian los siguientes cambios:
1º.-
con el agua del grifo se mantiene el mismo voltaje y la misma intensidad
durante toda la prueba, indicando que la resistencia no cambia y se manifiesta
en unos 11.000 Ohm con una distancia de 20 cm entre electrodos.
2º.- al volcar
la cucharada de sal, el voltaje disminuye progresivamente hasta estabilizarse
en valores que indican una resistencia de unos 2.000 Ohm (en este caso
concreto) en otras circunstancias sería diferente.
3º.- al acercar
los electrodos entre sí disminuye la resistencia y al separarlos aumenta.
Circunstancias fácilmente
comprensibles y entendibles, también aplicables al organismo humano, salvo en
el cambio constante de resistencia.
Un electrodo lo toma el paciente en la mano y el otro, a modo de punta de bolígrafo, se aplica durante unos segundos en diversos puntos para localizar las zonas afectas según se interpretan los resultados de las curvas.
Las curvas
obtenidas se pretendían como características de diversas patologías.
IONTOFORESIS CON ÁCIDO ACÉTICO
Se está extendiendo la aplicación de ácido
acético para tratar los procesos de calcificación en general, buscando la
disociación del precipitado cálcico.
Polaridad
del compuesto
La fórmula del
ácido acético es CH3COOH que se disocia en CH3COO-
+ H+ .
Luego, el radical acetato
posee CH3COO- con carga negativa (-) y se
introducirá en el interior del organismo situándolo bajo el cátodo (-).
Ecuación química
Suponiendo que el
radical negativo alcance la zona de la calcificación, la reacción sería como
sigue:
CO3Ca + CH3COO
<==> CH3COOCa + CO2 (gas) + 1/2H2O
El cloruro cálcico reacciona
con el acetato para formal acetato cálcico más CO2 más agua.
Reiterando que, dando por
supuesto que dicho radical alcance la zona, bien porque traspase la piel o
porque reaccione y forme otros compuestos en el medio biológico antes de entrar
en contacto con el cloruro cálcico del proceso que nos interesa.
Preparación
y técnica
Debemos preparar
una disolución de ácido acético al 2% y con ella empapar abundantemente unas
gasas estériles para situarlas sobre la zona afectada. Estas gasas no se
mojarán ni empaparán previamente con ningún otro líquido o sustancia.
Sobre las gasas se sitúa el electrodo (-) (sin envolverlo con otra gamuza). El
electrodo (+) opuesto se fijará próximo y enfrentado pero de mayor tamaño,
envuelto en una gamuza empapada en agua potable del grifo o en suero
fisiológico.
Se aplicará corriente
galvánica de acuerdo a la superficie de las gasas empapadas en la disolución.
TÉCNICA A APLICAR CON
SEVEROS CUIDADOS DADO EL ALTO RIESGO DE QUEMADURAS EN LOS PACIENTES.
El primer día deben aplicarse
unos 5 minutos, si todo va correcto, el siguiente 10 minutos y el tercero los
15 minutos. Si el paciente tolera bien la aplicación, pueden aplicarse los 20
minutos después de haberlo tanteado en las primeras sesiones.
Esta es la técnica empírica.
debiéramos aplicar la ley de Faraday explicada en la sección
Para poder aplicar dicha
fórmula se requiere saber el peso molecular y la valencia.
peso molecular =
60.05
valencia = 1
Suponiendo que
pretendamos introducir 2 mg con una posible intensidad de 5 mA, tendremos:
2 · 1 · 96500 /
(60.05 · 5) = 643 sg (muy próximo a los 11 minutos)
Las acciones curativa y sedante de las corrientes de alta frecuencia
son conocidas desde hace muchísimos años. Su efecto sobre el cuerpo
humano consiste, en primer lugar, en un enrojecimiento más o menos
intenso (eritema), señal del aumento de la afluencia de sangre
(hipertemia) en la piel y los tejidos, seguido de aumento de calor. Esto
tiene por consecuencia el enriquecimiento del tejido en oxígeno, a
causa de la mayor nutrición. Además, las corrientes de alta frecuencia
mitigan considerablemente los dolores, hacen que disminuya la picazón y
obligan a las sensaciones nerviosas a retroceder desde la
hipersensibilidad hasta su estado normal, nuevamente.
Cuándo aplicar Alta Frecuencia
Las indicaciones médicas de las corrientes de alta frecuencia son
extensas. Vamos a señalar a continuación algunos de los padecimientos,
para cuyo tratamiento, el uso del aparato procura un efecto
extraordinario.
-Afecciones cutáneas
-Enfermedades del cabello
- Enfermedades internas
- Enfermedades nerviosas
- Enfermedades de los dientes y la boca
En cosmética
También en la cosmética los rayos de alta frecuencia
son apropiados para contribuir considerablemente a la higiene facial y a
la del cuerpo. Es suficiente irradiarse algunos minutos la cara o el
cuerpo, por la mañana o por la noche, con los electrodos o con el
rodillo de masaje. Se emplea también con éxito en este terreno los rayos
de alta frecuencia.
El tratamiento de alta frecuencia
provoca una hemospasia energética de la piel y los tejidos debajo de la
misma. Así es que el tratamiento regular de la cara con las corrientes
de alta frecuencia previene el marchitamiento del rostro y conserva por
mucho tiempo la frescura lisa y natural del mismo.
Para
el tratamiento de la cara convienen, preferentemente, los electrodos de
neón, por el efecto suave que producen. Se llaman también "electrodos
de rayos rojos". Durante la aparición de los electrodos, se genera -en
el sitio donde tocan la piel- ozono en pequeñas cantidades. El ozono es
oxígeno activo y concentrado del aire atmosférico.
Puede
aceptarse, con bastante seguridad, que ese oxígeno comprimido produce,
en gran parte, el efecto estimulante que es un síntoma del tratamiento
de alta frecuencia.
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