2/7/22




 

Tratamiento de parafina


Este es un tratamiento para manos secas pero también se puede usar en los pies. Hay que tener mucho cuidado porque la parafina debe estar lo suficientemente caliente para que esté suave pero no tan caliente que te vayas a quemar los pies. Se echan una o dos tazas de parafina en un recipiente y se le agrega una cucharada de aceite de coco o aceite de oliva. Se pone a baño maría hasta que se derrita la parafina. Se revuelve bien para que se mezcle la parafina y el aceite. Se echa la mezcla en un recipiente grande donde quepan los dos pies. Debes esperar a que la parte de arriba de la parafina se vea blanca, eso quiere decir que ya no está tan caliente. No vayas a meter los pies cuando la parafina esté líquida.


Una vez te hayas asegurado que no está muy caliente, metes los pies y los dejas por una media hora. A la media hora se quita la parafina.


Exfoliante de limón para suavizar la piel dura


Este exfoliante es para eliminar la piel muerta de los talones que hace que el pie se sienta rugoso y áspero.
Este exfoliante solo se debe usar si la piel no se ha agrietado mucho ya que si se pone en piel abierta va a arder mucho.

Para hacer la receta se revuelve media taza de azúcar con un cuarto de taza de jugo de limón. Se revuelve bien, se humedecen los pies y se masajean los parches de piel áspera y reseca con el exfoliante en movimientos circulares. Se lava con agua. Se repite todos los días hasta que la piel se renueve y quede suave.


Aceite de coco


Varios entusiastas del aceite de coco lo llaman “un milagro 
para la piel”. El aceite de coco no sólo ayuda a la piel a retener el agua, sino que también elimina las células muertas. Además de eso, el aceite de coco puede ayudar a fortalecer los tejidos debajo de la epidermis. Te puedes masajear los pies con aceite de coco todas las noches y ponerte calcetines después para dejarlo actuar toda la noche. 


Agua de rosas y glicerina


La mezcla de agua de rosas y glicerina es muy popular para suavizar las manos y también sirve para suavizar los talones endurecidos. El agua de rosas se puede hacer echando una taza de pétalos de rosa en una taza de agua hirviendo. Se deja reposar hasta que se enfríe. Después se cuela, se tiran los pétalos y te dejas el agua. Le agregas dos cucharadas de glicerina al agua de rosas y te pones la mezcla todas las noches en los pies limpios. Te pones calcetines encima.

Después de unas tres noches de tratamiento, remojas los pies en una palangana con agua tibia por unos 10 minutos y con una piedra pómez raspas la piel dura. Te sigues poniendo la mezcla de agua de rosas y glicerina por las noches para mantener los pies suaves.


Aceite de ricino


Otra manera de suavizar la piel endurecida en los talones es con 
aceite de ricino. Se moja una franelita limpia con aceite de ricino y se pone con un esparadrapo sobre la parte reseca. Es importante notar que la piel no puede estar abierta. Si tus pies están tan agrietados que la piel se ha abierto, no debes usar el aceite de ricino. Las mujeres embarazadas tampoco deben usar aceite de ricino.


Baño de pies de miel de abeja


Se echa una taza de miel de abeja en una palangana con agua tibia y se revuelve. Se meten los pies y se dejan por una media hora. A la media hora se sacan y se raspan las partes de piel endurecida y rugosa con una piedra pómez. Se enjuagan los pies y se secan bien.

 

 


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